El desarrollo de las familias y las mejoras en sus condiciones de vida con acceso a salud, créditos productivos, educación de calidad, entre otros temas, con un plan económico construido de forma soberana, será una prioridad en el Gobierno de la Esperanza liderado por Andrés Arauz.
En un conversatorio con los medios de comunicación de la provincia de Esmeraldas, Andrés Arauz, precisó que junto a su compañero de fórmula, Carlos Rabascall, tienen listo un plan económico soberano que prioriza los intereses del pueblo y no de los grandes banqueros o de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional.
En ese contexto, explicó que planteará al FMI su propuesta, pero que no seguirá los lineamientos que existen actualmente en el acuerdo firmado entre ese organismo y el gobierno actual. “No podemos aumentar el IVA, privatizar el Banco Central del Ecuador (BCE) y no podemos establecer una política de más despidos en el sistema educativo o de salud cuando necesitamos incorporar más personal para atender necesidades de nuestro pueblo”, señaló.
Asimismo, indicó que los primeros siete meses de gobierno se dedicará específicamente a la reactivación de la economía y la recuperación del sistema de salud pública para hacer frente a la crisis en la que se encuentra actualmente el país debido a las decisiones tomadas por el actual régimen.
“Ahora es nuestra oportunidad para tener obras, para tener igualdad, para tener acceso a la salud y a la educación. Vamos a construir un Estado que cuide de las familias”, dijo Arauz.
Como parte de las políticas que implementará para la recuperación de la economía familiar y del país, destacó su propuesta de crear 800 mil plazas de trabajo digno con acceso a seguridad social y la entrega de un bono emergente de 1000 dólares a un millón de madres de familia que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.

En el ámbito de la salud explicó que se priorizará la reincorporación de más de 6000 profesionales de la salud que fueron despedidos en el contexto de la pandemia para fortalecer el sistema y enfrentar la emergencia sanitaria.
Además, precisó que se enfocará en el desarrollo de políticas públicas con un gran despliegue de obras, entrega de créditos, apoyo a la ruralidad, y fortalecimiento de la institucionalidad del Estado. “Creemos que en aproximadamente siete meses tendremos las condiciones de una recuperación plena y con un gran despliegue de obra pública. Los 7 meses van a ser duros porque nos toca recuperar la institucionalidad y hacer que el Estado vuelva a funcionar”, explicó.
Recordó que si el país no habría tenido un proceso de transformación en la década de 2007 a 2017 que le permitió construir un marco de resiliencia con pequeños ahorros de la clase media, con fuentes de seguridad social, con un sistema de salud pública que se repotenció, “la situación de Ecuador sería mucho peor”.
Por ello está convencido de la necesidad de recuperar el futuro del país y enfocar las acciones del Gobierno Central en la protección del bien común y de la vida y dignidad de los ecuatorianos.
“Sabemos cómo orientar los recursos y las finanzas públicas, sí hay recursos, solo que están pésimamente gestionados, porque los recursos con los que sí cuenta el país están guardados en el exterior”, sostuvo y añadió que este es el mejor momento para utilizarlos, pues se trata de la peor crisis económica y social en la historia de Ecuador.