Empresarios del sector textil, automotriz, farmacéutico y hotelero del norte del país se reunieron con el candidato a la presidencia por la Lista 1, Andrés Arauz, y escucharon su propuesta de certidumbre económica para atraer inversión al país y enfrentar la crisis actual.
El objetivo del encuentro fue determinar el impacto económico que sufrió el sector productivo después de la pandemia y cuáles serían los mecanismos que se deberían adoptar para devolver competitividad a este grupo económico.
Arauz planteó la necesidad de establecer metas asociadas a incremento de inversión, producción, incorporación de valor agregado, preservación de empleo e incorporación tecnológica en los procesos productivos.
“De esa manera tenemos certidumbre de parte y parte, el Estado ofrece una serie de incentivos, de marco regulatorio estable y predecible en el tiempo y por otro lado la empresa ofrece metas. Así construimos una relación sinérgica entre ambas partes que, más allá de las coyunturas de cambios legales”, sostuvo.
Otra de las políticas para salir de la crisis económica será la agilización en los trámites tributarios con la incorporación de nuevas tecnologías. “Nosotros sabemos cómo hacer esto a través de las tecnologías de información y comunicación, nos hemos especializado en eso a través de formación académica y sabemos qué enormes ganancias que trae a la sociedad”, comentó.

Para el sector textil, que en este año perdió 150 millones de dólares con respecto a 2019, precisó que se implementarán mejoras en los modelos de producción para volverlo más competitivo, utilizando programas que dieron resultados en años anteriores como el catálogo dinámico inclusivo que permitió la participación de asociaciones textileras.
“Eso generó procesos de inclusión económica, de aglomeraciones productivas que después se pueden ir graduando para alcanzar otros mercados”, señaló Arauz ante decenas de empresarios.
Hay que reparar una herida
Un prioridad para el candidato del correísmo es “reparar la herida entre trabajadores y empresarios” que se abrió durante la pandemia cuando muchos se vieron obligados a cerrar sus negocios y despedir a sus trabajadores debido a la falta de apoyo por parte del Estado.
“Tenemos que hacer un proceso de reparación que no es solo culpar al empresariado, pero sí de reparación porque el Estado tenía que haber asumido otro rol y no el de que sufra el más débil, sino de generar apoyo mediante copago”, dijo.
Añadió que en marzo de este año, se propuso al Gobierno un mecanismo que de un respiro a los empresarios para enfrentar la crisis y preservar el empleo, sin embargo, esta propuesta no fue aceptada y se dio para la Ley Humanitaria que promueve la precarización laboral.